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La Economía Circular: Un nuevo paradigma para el desarrollo sostenible en Chile

El modelo económico tradicional, basado en la extracción, producción, consumo y desecho de recursos, ha generado un impacto ambiental considerable. La acumulación de residuos, el agotamiento de recursos naturales y la contaminación son algunos de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad. En este contexto, la economía circular surge como una alternativa viable para un desarrollo sostenible.

¿Qué es la Economía Circular?

La economía circular propone un cambio de paradigma, pasando de un modelo lineal a uno cíclico. Se basa en tres principios fundamentales:

Eliminar: Reducir al mínimo la generación de residuos desde el diseño de productos y procesos. Un ejemplo de esto en Chile es la ley que prohíbe la entrega de bolsas plásticas en el comercio.

Mantener: Alargar la vida útil de los productos mediante la reparación, reutilización y re manufactura. En este sentido, han surgido en Chile diversas iniciativas de reparación de electrodomésticos y muebles, así como empresas que se dedican a la reutilización de materiales de construcción.

Regenerar: Devolver los nutrientes y materiales al ciclo natural a través del compostaje y otras técnicas de valorización. Un ejemplo de esto es el programa piloto de compostaje municipal que se está implementando en algunas comunas de Santiago.

La Economía Circular en Chile

Chile ha dado pasos importantes en la implementación de la economía circular. En 2019, se promulgó la Ley 20.920 de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que obliga a las empresas a hacerse cargo del reciclaje y valorización de sus productos una vez finalizada su vida útil.

Además, el Ministerio del Medio Ambiente ha elaborado una Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040, que establece metas ambiciosas para la reducción de residuos, el fomento del ecodiseño y la creación de empleos verdes.

Beneficios de la Economía Circular

La implementación de la economía circular en Chile puede generar diversos beneficios, tanto ambientales como económicos:

Reducción de la contaminación y la generación de residuos: Al minimizar la generación de residuos y valorizar los materiales, se reduce la presión sobre el medio ambiente y se protegen los recursos naturales.

Creación de empleos: La economía circular genera nuevas oportunidades de negocio y empleo en sectores como el reciclaje, la reutilización y la re manufactura.

Ahorro de recursos: Al alargar la vida útil de los productos y valorizar los materiales, se reduce la necesidad de extraer nuevos recursos naturales.

Mayor competitividad: Las empresas que adoptan prácticas de economía circular pueden mejorar su imagen corporativa y aumentar su competitividad en el mercado.

La economía circular no solo es una alternativa ambientalmente responsable, sino que también representa una oportunidad económica para Chile. Al adoptar este modelo, el país puede reducir su dependencia de los recursos naturales, generar nuevos empleos y fomentar el desarrollo sostenible.

Es fundamental que todos los actores de la sociedad, desde el gobierno y las empresas hasta los ciudadanos, se comprometan con la implementación de la economía circular para construir un futuro más próspero y sostenible para Chile.

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